Ya sabéis que me gustan las espinacas en ensalada o en sándwich, pero tampoco les digo que no a las cocidas y estas quedan cremositas y sabrosas.
Ingredientes:
- 500gr. de espinacas frescas.
- 100gr. de jamón serrano.
- 1 c/s de harina.
- 1 vaso de leche.
- 1 yema de huevo.
- Queso rallado.
- 2 tomatitos
- Nuez moscada.
- Aceite de oliva
- Sal
Preparación:
Limpiamos y lavamos muy, muy bien, con abundante agua, las espinacas para quitarles toda la tierra.
En una cazuela con agua hirviendo y un poco de sal, vamos echando las espinacas poco a poco añadiendo según vayan reduciendo para que se cuezan, no tardan mucho, están enseguida.
Las escurrimos, las picamos y las reservamos.
Cortamos el jamón en taquitos y los salteamos en una sartén con un poco de aceite de oliva.
A continuación, sin sacar el jamón hacemos una bechamel. Añadimos a la sartén la cucharada de harina, movemos, vertemos la leche poco a poco sin dejar de mover, ponemos una pizca de nuez moscada molida y seguimos moviendo hasta que espese.
Agregamos las espinacas y removemos.
Añadimos la yema de huevo y seguimos moviendo un poco más.
Precalentamos el horno.
Repartimos las espinacas en recipientes individuales, espolvoreamos el queso rallado por encima al gusto y lo gratinamos en el horno hasta que dore, unos cinco o diez minutos, depende del horno.
Cortamos los tomatitos en cuartos y los salteamos en una sartén con un poco de aceite de oliva y sal.
Servimos las espinacas decoradas con los tomatitos.
Receta de: Cocina Fácil
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